El abandono de la actividad por la presión fiscal afecta a una de cada tres empresas
El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara, ha mantenido una reunión con los responsables de la Federación de Peluqueros Andaluces, en la que ha conocido de primera mano las dificultades por la que este sector atraviesa en España, en especial desde que, a partir de septiembre de 2012, se les aplica el tipo general de IVA (21%), frente al tipo reducido (8%) con que hasta ese momento se gravaban estos servicios.
A este respecto, la CEA manifiesta expresamente todo su apoyo a una demanda sectorial que entiende justa y necesaria para la propia viabilidad de la actividad. Una demanda que se dirige a restaurar el tipo reducido de IVA (ahora en el 10%) para una actividad empresarial que, hasta el momento en que vio más que duplicada su presión fiscal (al pasar del 8% al 21%), se comportaba como un sector refugio de actividad frente a la crisis. Un sector conformado en su inmensa mayoría por microempresas y autónomos, que es muy intensivo en mano de obra femenina, y que, además, se vincula directamente con la satisfacción de necesidades de bienestar personal de la ciudadanía.
El extra esfuerzo fiscal que, desde septiembre de 2012 se exige a este sector, les ha situado ante una disyuntiva de difícil solución, al tener que elegir entre asumir la subida del IVA, en la mayoría de los casos, o trasladarla vía precios al cliente; pues ambas opciones están abocando al abandono progresivo de la actividad, bien por fala de rentabilidad, bien por pérdida de una clientela y esto consecuentemente afecta a sus familias, que en muchos casos subsistían gracias al pequeño salón de peluquería.
El abandono progresivo de esta actividad directamente atribuible a la mayor presión fiscal ya afecta seriamente a una de cada tres empresas del sector, abocando al cierre de unos 15.000 salones de peluquería y la consecuente pérdida de más de 40.000 empleos directos.
Por todo ello, la CEA considera que, inmerso en el actual proceso de reforma fiscal y bajo el espíritu general de reducir la presión fiscal ejercida sobre la actividad empresarial y el empleo, el Gobierno de la Nación se encuentra con la oportunidad para dar adecuada respuesta a esta justa demanda del sector de la Imagen Personal.