Artículo del Presidente de CEA publicado en Agenda de la Empresa Nº 208
El tejido empresarial es uno de los valores fundamentales con los que cuenta Andalucía, para cimentar su presente y mirar el futuro con esperanza. Hoy más que nunca el futuro es nuestra meta.
Lo más importante ahora es salir de la crisis para crecer. Éste es el gran reto que tenemos por delante: volver a la senda del crecimiento. Para eso sólo hay un medio eficiente: la empresa. Más y mejores empresas. Con mayor dimensión. Con mejor financiación. Que apuesten con fuerza por la innovación y el talento de sus equipos. Que afronten el reto de la internacionalización.
Tenemos también que ser capaces de construir una sociedad que admire, promueva y facilite la actividad de la empresa. Una empresa que no se esconda en el subterfugio lingüístico del emprendimiento, sino que aparezca en el frontispicio de las políticas económicas y de las demandas sociales, como elemento decisivo de desarrollo y solidaridad.
Empresas que gocen de un mayor reconocimiento social, que cuenten con una administración pública redimensionada, austera y eficiente; que se desarrollen en un entorno desregularizado y favorable a la actividad productiva, con menos trabas burocráticas, con mayor seguridad jurídica, baja presión fiscal y bajos costes sociales.
Y todo ello en un escenario en el que se demanda estabilidad y confianza, que se nos ha de proveer desde las distintas Administraciones, y en el que las empresas también tienen su propia responsabilidad, siendo éticamente responsables, empresarialmente competitivas y promoviendo la generación de valor y la innovación en todos sus productos y servicios.
Son nuevos tiempos. El mercado ha cambiado, es global y exigente, y nuestras empresas tienen que estar a la altura de los retos que se les presentan. Poco a poco hemos ido ganando el reto de la internacionalización, que habrá que consolidar mucho, pero aún tenemos otros por conquistar. Las organizaciones empresariales tenemos por misión ayudar a afrontarlos; y la sociedad, en su conjunto, ha de asumir el auténtico valor de la empresa, no sólo en lo económico, sino en todos los demás aspectos que la configuran como elemento vertebrador de la sociedad.
Tenemos que ser conscientes del enorme valor económico y social que tienen la iniciativa y el empuje de hacerse empresarios, de mantener y desarrollar una actividad productiva. Las instituciones, la sociedad civil y también los medios de comunicación tienen que realizar un esfuerzo por transmitir una imagen real de los grandes beneficios asociados a la actividad empresarial, que ayude a implicar al conjunto de la sociedad andaluza.
Una sociedad, que padece la falta de empleo, tiene que reconocer a la empresa como la mejor forma de lograr y mantener en el tiempo ese empleo. Si no se adquiere ese concepto, si se sigue pensando que un territorio es mejor cuánto más normas es capaz de producir o cuántos más servicios es capaz de proveer desde lo público, estaremos dificultando enormemente la generación de empleo y el desarrollo de nuestra sociedad.
Las empresas son las que crean empleo, las que contribuyen al bienestar, las que permiten la solidaridad, las que cohesionan a la sociedad, las que fomentan y contribuyen al avance social. La empresa, esa es la idea y el objetivo a compartir por todos.
Javier González de Lara y Sarria, Presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía