_x000D_ Contratar, formar y despedir son algunas de las habilidades de las que aún presumen unos pocos directores de recursos humanos. Lo cierto es que, aunque constituye la esencia de la función, queda muy lejos de lo que necesitan las organizaciones para afrontar una nueva forma de trabajar, ser eficiente, conseguir resultados y sacar varias cabezas de ventaja a la competencia. Algunos responsables de gestión de personas ya se han dado cuenta de que lo de ayer no sirve para atraer y fidelizar a los mejores. Muchos de ellos, junior o senior, no encajan en los modelos de contratación tradicionales. Quieren un trabajo que les permita crecer profesionalmente y disfrutar de su tiempo libre por igual. Freelance, teletrabajadores, profesionales por proyecto, contratados y un colectivo aún por definir empiezan a ser habituales en las organizaciones.
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_x000D_ En este nuevo panorama, el papel de los directores de RRHH gana peso. De su correcta gestión depende su futuro como directivos y los resultados de negocio de la empresa. Moisés Arrimadas, vicepresidente de RRHH para Iberia de DHL Supply Chain, asegura que se necesita "habilidad para crear conciencia de equipo y de proyecto, aunar para aquellos que están en remoto el suficiente nivel de autonomía y la conciencia de que todos trabajamos en el mismo proyecto, mediante comunicación constante, hacer seguimiento a distancia, etcétera. Y aprovechar cualquier ocasión para que los equipos celebren juntos, se conozcan y surjan relaciones que luego faciliten el trabajo".
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_x000D_ Antonio Fernández, director de RRHH de Famosa, reconoce que el escenario al que se enfrenta es distinto y un motivo de preocupación: "La competencia es más agresiva y heterogénea. En nuestro caso, la internacionalización es prioritaria". Un factor determinante va a ser la definición y desarrollo de la calidad directiva: "La figura del jefe se ha transformado como uno de los actores imprescindibles en la gestión. Desde el área de personas seguiremos marcando los criterios de selección y formación, pero son los mandos los encargados de ejecutarlo de forma correcta. Hay que desarrollar ese papel de líder que define a los auténticos ejecutivos". Define al mando intermedio como el auténtico actor en RRHH: "Tenemos que focalizarnos en él. ¿Quién mejor que él puede gestionar el rendimiento, el potencial, el trabajo en equipo y la compensación por objetivos? Posee la gestión de las personas y el área de recursos humanos debe aceptarlo y prepararlos para ello".
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