La digitalización, clave para reforzar la prevención de riesgos laborales.

Sevilla, 18 de noviembre de 2019. Fuente: www.interempresas.net.

La digitalización está revolucionando la vida cotidiana hasta situaciones que, hace un años, parecían impensables. Hoy en día, podemos realizar cualquier operación a través de nuestro teléfono móvil, desde la compra de un producto, a tener información en tiempo real de cualquier acontecimiento que suceda en en el mundo. Pero, ¿qué sucede cuando ponemos la tecnología al servicio de la protección de las personas?

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) celebró del 21 al 25 de octubre la Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo con el fin de concienciar de la exposición de los empleados a las sustancias peligrosas y promover un trabajo saludable. Esta es una ocasión excelente para comprobar cómo los avances tecnológicos están brindando nuevas oportunidades para garantizar la seguridad de los empleados en sus lugares de trabajo, una conveniencia por la que están apostando las empresas con actividad en plantas industriales. El fin último está claro: reforzar la protección y el bienestar laboral en sus instalaciones.

Y es que velar por el cuidado de los empleados debe ser una prioridad en las políticas de prevención laboral. Ahora, más que nunca, la denominada cuarta revolución industrial o Industria 4.0 posibilita fortalecer los espacios de trabajo gracias a los sistemas inteligentes y los análisis operativos digitales. La evaluación, el intercambio y transmisión de datos permiten optimizar los procesos y considerar posibles riesgos con el fin de crear protocolos de seguridad eficientes y salvar vidas.

Los nuevos sistemas tecnológicos y la conectividad nos están capacitando para actuar ante situaciones de incertidumbre, en especial, en los sectores del petróleo y el gas, donde, en mayor medida, los empleados se ven expuestos a sustancias peligrosas y donde, las empresas, deben reforzar la responsabilidad ante imprevistos. En estos escenarios, la tecnología proporciona análisis predictivos eficientes en situaciones de riesgo con los que podemos adelantarnos a los sucesos e implantar medidas que garanticen la seguridad.

El Internet de las Cosas (IoT) y el Big Data evolucionan a pasos agigantados y van de la mano en esta nueva conceptualización de la seguridad. La integración de estos sistemas en dispositivos para los empleados permite de forma sencilla y sin ambages conseguir mejoras ante situaciones de emergencia. Gracias a estos equipos, los trabajadores pueden monitorizar en tiempo real las sustancias peligrosas susceptibles de exposición, identificar las zonas de riesgo, localizar a los empleados y mejorar la cadena de seguridad, las reacciones y operaciones de rescate. En esta misma línea, trabajan actualmente las nuevas pasarelas móviles y los equipos de transmisión portátiles, que ya están garantizando una gestión de datos eficiente comunicando riesgos de explosión, peligros tóxicos y déficits de oxígeno.

En los últimos años, se ha probado que estas actuaciones no solo ofrecen fiabilidad en situaciones de emergencia en espacios industriales, sino que posibilitan optimizar todos los procesos y garantizar procedimientos más resolutivos. Para conseguir una integración efectiva, los protocolos y
estándares de comunicación son primordiales, de ahí que sea importante contar con un equipo de especialistas en innovación tecnológica adaptada a la industria. Estos expertos disponen de las habilidades y conocimientos para adaptar los sistemas de datos más avanzados a los materiales adecuados para el intercambio de datos quede garantizado, con independencia de las condiciones climáticas, el polvo, las vibraciones y la distancia, factores clave en las plantas industriales.

En definitiva, poniendo la tecnología al servicio de la seguridad, orientamos la misión de la empresa a proteger a los empleados, velar por las mejores condiciones de trabajo y salvar vidas. Esta es una de las grandes contribuciones de la tecnología en las mejoras de una gestión saludable y el bienestar laboral. Y todo ello, sin necesidad de hacer una inversión elevada, porque lo importante es reconocer este avance tecnológico como una inversión con grandes ventajas. Ahí es donde está nuestro futuro más presente.