Estado de la Unión: La Comisión establece sus nuevas ambiciones en materia de supercomputación
La Comisión ha adoptado hoy nuevas medidas en la agenda de la Década Digital para reforzar la soberanía digital de Europa, tal como anunció la presidenta Ursula von der Leyen en su discurso sobre el estado de la Unión el miércoles.
La Comisión ha propuesto un nuevo Reglamento para que la Empresa Común de Informática de Alto Rendimiento Europea consolide y haga avanzar a Europa en su posición de líder en el campo de la supercomputación y la computación cuántica. Con él se apoyarán actividades de investigación e innovación para nuevas tecnologías, sistemas y productos de supercomputación, y se potenciarán las capacidades necesarias para usar la infraestructura y sentar las bases de un ecosistema de categoría mundial en Europa. La propuesta haría posible una inversión de 8 000 millones EUR en la próxima generación de superordenadores, un presupuesto sustancialmente mayor que el actual.
Basándose en el éxito de Europa en la informática de alto rendimiento de la próxima generación, la supercomputación jugará un papel fundamental en el camino de Europa hacia la recuperación. Se ha identificado como una prioridad de inversión estratégica, y servirá para afianzar la estrategia digital en su totalidad, desde la ciencia de los macrodatos y la inteligencia artificial hasta las tecnologías en la nube y la ciberseguridad. Además, en una Recomendación también adoptada hoy, la Comisión pide a los Estados miembros que impulsen la conectividad rápida a la red y desarrollen un enfoque común para el despliegue de la tecnología 5G.
La vicepresidenta ejecutiva para Una Europa Adaptada a la Era Digital, Margrethe Vestager, ha declarado: «La informática de alto rendimiento es una capacidad digital fundamental para Europa. Como hemos visto en la lucha contra la pandemia del coronavirus, los superordenadores ya están ayudando en la búsqueda de terapias, reconociendo y pronosticando la propagación de la infección o apoyando la toma de decisiones relativas a las medidas de contención. Los datos, unidos a la inteligencia artificial y a los superordenadores, constituyen también un activo fundamental a la hora de detectar los patrones de los ecosistemas, ayudándonos a mitigar los cambios climáticos y a trabajar en soluciones para impedir catástrofes y luchar contra el cambio climático. Nuestra propuesta de hoy promoverá una mayor inversión en infraestructura de supercomputación, a la vista de su enorme potencial para mejorar la calidad de vida, impulsar la competitividad industrial y hacer progresar la ciencia».
El comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, ha añadido: «Junto con los datos y la conectividad, la supercomputación está en la vanguardia de nuestra soberanía digital y comprende retos industriales, tecnológicos y científicos. Mantenerse en la carrera tecnológica internacional es una prioridad, y Europa cuenta con los conocimientos técnicos y con la voluntad política de ocupar la primera posición. Nuestro objetivo es alcanzar rápidamente el siguiente estándar de computación con ordenadores de exaescala, pero también y ante todo integrar enseguida aceleradores cuánticos para desarrollar máquinas híbridas y posicionar a Europa cuanto antes en esta tecnología disruptiva».
El objetivo del Reglamento es actualizar el anterior Reglamento del Consejo por el que se creó la Empresa Común EuroHPC en octubre de 2018. Esto permitirá a Europa desempeñar un papel protagonista en la carrera tecnológica hacia la próxima frontera en supercomputación, en particular:
- los superordenadores de exaescala que ejecutarán más de un millón de billones (1018) de operaciones por segundo;
- los ordenadores cuánticos y los ordenadores híbridos, que combinan elementos de computación cuántica y clásica, que podrán realizar operaciones que actualmente ningún superordenador está en condiciones de realizar.
La Empresa Común EuroHPC hará accesibles los recursos de supercomputación y computación cuántica europeos existentes a todos los usuarios de toda Europa, incluido el sector público y los usuarios industriales, y más en particular, las pequeñas y medianas empresas (pymes), sea cual sea su localización geográfica. El nuevo presupuesto se encuentra actualmente en fase de negociación; contará con el apoyo de Horizonte Europa, Europa Digital y el Mecanismo «Conectar Europa» .
Supercomputación en acción
Esta infraestructura de supercomputación podría ser utilizada en más de 800 aplicaciones europeas científicas, industriales y del sector público.
En el sector sanitario, también en la lucha contra la pandemia del coronavirus, los superordenadores ya están ayudando en la búsqueda de terapias, modelizando y pronosticando la propagación de la infección y apoyando la toma de decisiones relativas a las medidas de contención. En junio, el consorcio Exscalate4CoV, financiado por la UE, anunció que un medicamento genérico ya registrado utilizado para el tratamiento de la osteoporosis, el raloxifeno, podría ser un tratamiento eficaz para los pacientes de COVID-19 que presentan una sintomatología leve. Este medicamento ya está listo para comenzar los ensayos clínicos, y el proyecto sigue trabajando en otras moléculas prometedoras. Los superordenadores también ayudarán a los científicos europeos a comprender mejor el metabolismo y el sistema inmunitario humanos, y darán lugar a avances significativos en ámbitos como la genómica, el diseño y la puesta a prueba de nuevos medicamentos, y contribuirán a combatir las principales enfermedades, como el cáncer y las infecciones víricas.
Por otra parte, esta infraestructura de supercomputación contribuirá al logro de la Iniciativa «Destino: la Tierra» de la UE, que traerá consigo importantes mejoras en la previsión meteorológica, el ordenamiento urbano y rural, la gestión de los residuos y del agua, y la modelización oceanográfica, marina y de los ecosistemas polares. Esto apoyará la transición ecológica, en consonancia con los objetivos del Pacto Verde Europeo, y ayudará a prepararse y gestionar una degradación medioambiental y catástrofes naturales de gran amplitud.
Siguientes etapas
El nuevo Reglamento relativo a la Empresa Común de Informática de Alto Rendimiento Europea (EuroHPC) se propone al Consejo de la Unión Europea para su adopción. Ya están en curso los preparativos para continuar las actividades de la Empresa Común a partir de 2021: por ejemplo, se han seleccionado 20 proyectos para desarrollar servicios y aplicaciones informáticas de alto rendimiento (HPC) innovadoras.
Contexto
La Empresa Común EuroHPC se creó en 2018 para que la UE pudiera convertirse en el líder mundial de la supercomputación, agrupando los recursos de la UE, de los países participantes (32 hasta la fecha) y de los socios del sector privado.
Desde su creación en 2018, la Empresa Común EuroHPC ha logrado incrementar sustancialmente las inversiones en informática de alto rendimiento a nivel europeo, con vistas a consolidar la posición de Europa como líder mundial en este ámbito. Solamente en el período 2019-2020, las inversiones públicas de la Empresa Común alcanzarán cerca de 1 100 millones EUR, lo que representa un incremento neto de casi 250 millones EUR al año a nivel europeo respecto a la situación anterior a 2018.
Con esta financiación, a principios de 2021, la Empresa Común EuroHPC implantará tres sistemas de preexaescala (capaces de realizar como mínimo 1017 cálculos por segundo) que se situarían entre los cinco superordenadores más importantes del mundo, y cinco sistemas de petaescala (capaces de realizar como mínimo 1015 cálculos por segundo), que quedarían entre los 50 primeros. Estas nuevas máquinas multiplicarán por ocho la potencia de supercomputación disponible a nivel europeo. Extenderán el uso de la informática de alto rendimiento en la UE para usuarios, tanto públicos como privados, y en especial para pymes que no cuentan con recursos internos para poder aprovechar estas nuevas tecnologías.
La Empresa Común EuroHPC también apoya la creación de 33 centros nacionales de competencia que actuarán a nivel local para facilitar el acceso a las oportunidades de supercomputación europeas en diferentes sectores industriales, presentar soluciones a medida para una amplia variedad de usuarios (incluidas las pymes) y en última instancia reforzar los conocimientos y la especialización europeos en estas tecnologías