Si no se toman medidas, para 2050 habrá más plástico que peces en el mar, y los arrecifes de coral desaparecerán este siglo. A pesar de la urgencia y la importancia de los océanos que además regulan la temperatura mundial, los países solo invierten un 2% de su presupuesto de investigación en las ciencias oceánicas.
Las Naciones Unidas lanzaron oficialmente este miércoles el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible durante un evento virtual liderado por la UNESCO.
El Secretario General, António Guterres, fue el encargado de abrir el evento, y advirtió que el océano enfrenta amenazas sin precedentes debido a la actividad humana.
“Para 2050, puede haber más plástico que peces en el mar. Y todos los arrecifes de coral tropicales del mundo podrían estar muertos a finales de siglo si no actuamos ahora. La protección y la gestión sostenible de los océanos es fundamental para la alimentación, los medios de vida y la mitigación de la alteración del clima y los desastres relacionados”, recordó.
Guterres dijo que el COVID-19 ha demostrado la fragilidad y vulnerabilidad de las sociedades y para recuperarse más fuertes y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es imperativo dejar de degradar el medio ambiente del que depende la humanidad. Para lograrlo, la ciencia y la investigación son vitales.
“Más del 80% de nuestro océano no está cartografiado ni explorado. Sin embargo, las ciencias oceánicas representan una cantidad minúscula de financiación. Para restaurar el medio marino, necesitamos conocimientos: una revolución de las ciencias oceánicas”, explicó.
El titular de la ONU aseguró que el Decenio busca abordar el desafío definitivo de restaurar la capacidad del océano para nutrir a la humanidad y regular el clima, e influirá en el resultado de los esfuerzos mundiales para detener la pérdida de biodiversidad, implementar el Acuerdo de París y cumplir la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“Debemos hacer las paces con la naturaleza para lograr un mundo próspero y equitativo para todos, sin dejar a nadie atrás. Juntos construyamos un nuevo y más valiente océano”, expresó.
El desarrollo sostenible a través de la ciencia
El 5 de diciembre de 2017, la ONU proclamó el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible de 2021 a 2030 con el propósito de establecer un marco común capaz de garantizar que la ciencia apoye plenamente los esfuerzos de los países por alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
“El desarrollo sostenible no es solo una aspiración a largo plazo, es una necesidad, no solo para el futuro mismo de la humanidad, sino también cada vez más importante para el presente. Para construir un mundo más deseable. Necesitamos comprender mejor y respetar mejor el océano, que contiene el 97% de agua en la tierra y cubre el 71% de la superficie del planeta”, aseguró la directora ejecutiva de la UNESCO durante el evento.
Audrey Azoulay recordó que los océanos constituyen un bien humano global, y un activo ecológico global porque los pulmones azules del planeta absorben más del 90% del exceso de calentamiento del cambio climático.
“Pero sabemos que esta capacidad está llegando a la saturación. El océano es una reserva de biodiversidad excepcional, pero en gran parte desconocida. El océano es también un recurso económico importante que asegura el sustento de más de 3000 millones de personas en todo el mundo gracias a la pesca, el comercio, el transporte o el turismo”, dijo.
La directora afirmó que, a pesar de esto, las acciones “depredadoras humanas” para capturar los recursos están destruyendo los océanos, que además son el museo más importante del mundo con sus “tesoros hundidos”.
Compromiso de los países con la ciencia
Azoulay anunció que el mes pasado los líderes de 14 países, que representan más del 40% de las costas del mundo, se comprometieron con la gestión sostenible de los océanos para 2025.
“Se trata de una nueva agenda de acción que podría contribuir a sacar de la pobreza a millones de personas y alcanzar el 20% de nuestros objetivos de reducción de gases de efecto invernadero”, explicó.
La funcionaria se hizo eco de las palabras de Secretario General, asegurando que el dinero que se invierte en investigación oceánica es demasiado poco.
“En promedio, los países invierten menos del 2% de sus presupuestos de investigación en temas del océano. Esto no es suficiente, porque en paralelo, el calentamiento, la acidificación, la desoxigenación y el agotamiento de la biodiversidad están llegando a un punto sin retorno”, advirtió.
Agregó que de la misma manera que se necesita forjar una nueva relación con la biodiversidad terrestre es necesario reinventar nuestra conexión con los océanos, uno de los objetivos del decenio.
“Esta década debe permitirnos revertir el deterioro de la salud de nuestros océanos mediante el desarrollo de conocimientos para brindar un asesoramiento más eficaz y coordinado, apoyando una preservación ética, junto con la agenda 2030, el acuerdo de París y el nuevo marco global de biodiversidad que será adoptado a finales de 2021”, dijo.
Azoulay hizo un llamado a cada instituto de investigación, fundación, y ciudadanos a unirse al movimiento.
“Todos estamos en el mismo barco, necesitamos los océanos y el océano nos necesita”, concluyó.
La importancia de las ciencias oceánicas
El Decenio brindará una oportunidad única en la vida para sentar las nuevas bases entre ciencia y política a fin de fortalecer la gestión de los océanos y costas en beneficio de la humanidad.
En el último siglo, las ciencias oceánicas han progresado significativamente al explorar, describir, entender y mejorar nuestra capacidad de predecir cambios en el sistema oceánico.
Las ciencias oceánicas pueden ayudar a hacer frente a los efectos negativos del cambio climático, la contaminación marina, la acidificación oceánica, la pérdida de especies marinas y la degradación de los medios marino y costero. Para llegar a un desarrollo sostenible, será imprescindible que se elaboren políticas basadas en conocimientos científicos adecuados y que se aumente el nivel de conocimiento de todos los actores interesados.
El Decenio movilizará recursos y fomentará la innovación tecnológica en las ciencias oceánicas que se necesitan para obtener:
- Un océano limpio en el que se identifiquen las fuentes de contaminación y se eliminen
- Un océano seguro en el que las personas estén protegidas de los peligros naturales relacionados con el océano
- Un océano saludable y resiliente en el que se cartografíen y se protejan los ecosistemas marinos
- Un océano productivo que se explote de forma sostenible garantizando la provisión de alimentos
- Un océano predecible en el que la sociedad tenga la capacidad de entender las condiciones oceánicas actuales y futuras
- Un océano transparente con acceso abierto a datos, información y tecnologías
El decenio también favorecerá el desarrollo de temas claves para la sociedad:
- Gestión y adaptación de zonas costeras
- Planificación espacial marina y economía azul
- Establecimiento de áreas marinas protegidas
- Gestión de pesquerías
- Elaboración de políticas oceánicas nacionales
- Desarrollo de estrategias nacionales para la investigación y el desarrollo (I+D)
- Planificación para el desarrollo de capacidades regionales y nacionales
- Sistemas de alerta temprana
A nivel científico, la década impulsará lo siguiente:
- Atlas digital integral del océano
- Sistema integral de observación del océano para las principales cuencas oceánicas
- Entendimiento cuantitativo y cualitativo de los ecosistemas oceánicos y de su funcionamiento como cuencas oceánicas para su gestión y adaptación
- Portal de datos e información oceánica
- Sistema integrado de alerta contra amenazas múltiples
- El océano en la observación del sistema terrestre, la investigación y la predicción secundada por las ciencias sociales y humanas, y la valoración económica
- Desarrollo de capacidades y transferencia acelerada de tecnología, formación, educación y cultura oceánica