Distintas agencias de la ONU desplegadas en el país están pidiendo a la comunidad internacional que se involucre más en la respuesta a la crisis, mientras continúan entregando toda la ayuda que la situación permite.
A pesar de la «sensación de miedo» que prevalece entre los ciudadanos vulnerables, las agencias humanitarias de la ONU y sus socios han reiterado su compromiso con la población de Afganistán, informando de que siguen accediendo a los necesitados en todo el país.
«La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) sigue preocupado por el riesgo de que se produzcan violaciones de los derechos humanos contra la población civil en este contexto cambiante, incluso para las mujeres y las niñas», declaró su portavoz, Shabia Mantoo.
«Hoy, los que pueden estar en peligro no tienen salida. Hacemos un llamamiento a los países vecinos de Afganistán para que mantengan sus fronteras abiertas ante la evolución de la crisis en Afganistán”, añadió.
Destacando las imágenes de vídeo tomadas a principios de esta semana que muestran multitudes en el exterior del aeropuerto de Kabul y hombres que se aferran con desesperación a los aviones que salen de la pista, el funcionario de ACNUR advirtió que no hay que olvidar a los afganos que no pueden escapar.
Prioridades humanitarias
Respondiendo a las preguntas sobre las limitaciones de acceso a la ayuda humanitaria, el funcionario de la agencia de la ONU explicó que unos 200 miembros del personal nacional e internacional «permanecen sobre el terreno» en Afganistán, donde trabajan con 18 socios locales no gubernamentales que emplean a unos 900 trabajadores en todo el país.
«En la actualidad, podemos acceder a todas las provincias, y estamos trabajando en unos dos tercios de todos los distritos«, informó Mantoo, que señaló que, junto con el equipo de las Naciones Unidas en el país, la agencia “se compromete a permanecer y prestar ayuda al pueblo afgano mientras haya acceso a las poblaciones necesitadas y se pueda garantizar la seguridad de nuestro personal».
La vocera de ACNUR añadió que la agencia no participaba en las operaciones de evacuación dirigidas por los Estados que, aunque son bienvenidas, no abordan la difícil situación de muchos millones de afganos.
Estas evacuaciones salvan vidas, son críticas, son necesarias», dijo Mantoo. «Pero son programas bilaterales organizados con los Estados, así que los alentamos, deben continuar. Pero el mensaje principal es que se necesita una respuesta internacional más amplia«.
Una ayuda vital que llega
Desde principios de este año, el ACNUR ha proporcionado asistencia de emergencia a 230.000 personas en el país, incluyendo ayuda en efectivo, apoyo a la higiene y otros artículos de socorro.
También se están evaluando las necesidades de medio millón de afganos desplazados, el 80% de los cuales son mujeres y niños.
Con 550.000 personas desplazadas dentro de Afganistán este año y millones más antes del caos relacionado con la toma del poder por los talibanes, la agencia de la ONU hizo un llamamiento urgente para obtener 62,8 millones de dólares para hacer frente a las necesidades inmediatas. Las necesidades globales para la situación de Afganistán son de 351 millones de dólares, con unos niveles de financiación actualmente del 43%.
El reto de la seguridad
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos afirmó que, a pesar de los problemas de seguridad y logística, la agencia «mantiene el acceso a la mayor parte del país, incluidas las zonas que sufren combates activos».
En los primeros seis meses del año, el Programa entregó asistencia alimentaria y nutricional a 5,5 millones de personas, incluidos los nuevos desplazados.
Haciéndose eco del mensaje de solidaridad, el portavoz de la agencia de la ONU para la salud, Tarik Jasarevic, subrayó que la Organización Mundial de la Salud estaba «comprometida a permanecer en Afganistán y prestar servicios sanitarios críticos. Hacemos un llamamiento a todas las partes para que respeten y protejan a los civiles, los trabajadores sanitarios, los pacientes y los centros de salud«.
El vocero señaló que, a principios de 2021, la mitad de la población de Afganistán, incluyendo más de cuatro millones de mujeres y casi 10 millones de niños, ya necesitaba ayuda humanitaria.
Un tercio de la población se enfrentaba a niveles de crisis y emergencia de falta alimentación “aguda” y “más de la mitad de los niños menores de cinco años estaban desnutridos», explicó antes de añadir que la grave sequía actual «se espera que eleve esas cifras».
La mayoría de los principales centros de salud siguen funcionando, prosiguió el portavoz de la OMS, y los trabajadores sanitarios han sido llamados «a volver a sus puestos o a permanecer en ellos, incluido el personal sanitario femenino».
Amenazas medioambientales
Además de la inseguridad crónica, unos 250.000 afganos se ven afectados por catástrofes medioambientales como inundaciones, sequías, avalanchas, corrimientos de tierra y terremotos.
«El impacto de las catástrofes y la dependencia del agua procedente de la lluvia o del deshielo limitan gravemente la productividad del sector agrícola, que constituye una fuente de ingresos para el 44% de la población», declaró Mary-Ellen McGroarty, directora del Programa Mundial de Alimentos en el país.
Por otra parte, la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Educación (UNESCO), Audrey Azoula, hizo un llamamiento a la seguridad de los periodistas en el país.
«El acceso a una información fiable y a un debate público abierto, facilitado por medios de comunicación libres e independientes, es crucial para que los afganos logren el futuro pacífico que merecen«, declaró.
Nadie debe tener miedo de lo que piensa
«Nadie debe tener miedo de decir lo que piensa en esta coyuntura crítica, y debe garantizarse especialmente la seguridad de todos los periodistas, incluidas las mujeres», añadió.
En lo que va de año han sido asesinados al menos siete periodistas, cuatro de ellos mujeres, según datos de la UNESCO.
En los últimos 20 años, la agencia de la ONU ha desarrollado medios de comunicación comunitarios, ha promovido la información con perspectiva de género y ha reforzado la radiodifusión educativa. Más recientemente, ha apoyado redes de verificación de los hechos y ha respaldado a medios de comunicación para que verifiquen e informen sobre la crisis del COVID-19