29 de septiembre de 2021.
Diálogos OECA con Tíscar Espigares. «Afganistán: Esperanza, Acogida y Humanidad».
La acogida y la integración de los refugiados hasta alcanzar su autonomía personal en la UE es un modelo de éxito a seguir.
El Observatorio Empresarial para la Consecución de la Agenda 2030 (OECA), promovido por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), con la colaboración de Unicaja Banco, ha desarrollado hoy un nuevo debate virtual en el marco de los Diálogos OECA bajo el título “Afganistán, esperanza, acogida y humanidad”.
La convocatoria ha contado con Tíscar Espigares Pinilla, responsable de la Comunidad de Sant’ Egidio en España, y con Enrique Yeves Valero, director del Instituto de Estudios de Naciones de Unidas. Ha moderado la conversación entre ambos, Manuel Bellido, director de OECA.
En las últimas semanas se ha fraguado un episodio más del drama que Afganistán padece de manera secular, con la retirada de las tropas estadounidenses tras veinte de años de presencia. En esta nueva situación, la población afgana, que suma unos 38 millones de personas, corre el riesgo de verse sumida en una pobreza prácticamente generalizada. En la actualidad, el 72% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y esta tasa podría aumentar hasta el 97% a mediados del próximo año. Además, sus ciudadanos han perdido la libertad y no se respetan los Derechos Humanos, siendo las mujeres y los niños los más perjudicados.
Ha pasado poco tiempo, pero el drama de Afganistán ya no es portada en los medios de Comunicación. En este contexto, Diálogos OECA ha invitado en esta ocasión a la Comunidad de Sant’ Egidio, que trabaja por la paz para protegerla allí donde está amenazada y para ayudar a reconstruirla, facilitando el diálogo.
En este sentido, para la responsable de Sant’ Egidio en España, Tíscar Espigares, “las guerras no arreglan los conflictos, los empeoran”, como en el caso de Afganistán. “Por ello no podemos abandonar a los afganos, y tampoco a los afganos que ya están en territorio europeo como por ejemplo en la isla de Lesbos”, sostiene.
Tíscar Espigares considera que “para dar solución a los conflictos sólo se llega con el diálogo”. Pone como ejemplo la guerra civil de Mozambique, en la que la intermediación de entidades como Sant’ Egidio facilitó el fin del conflicto. Añade que “también que hay que trabajar por la paz” y que “las religiones tienen que participar en esta labor a favor de la paz”. Por ello, recuerda que hace más de treinta años que Juan Pablo II convocó en Asís a los líderes de las grandes religiones mundiales, que se reunieron para dialogar y orar por la paz. Una convocatoria que se repite anualmente.
La responsable de Sant’ Egidio en España ha abordado también el drama de los migrantes, que se ven “más seguro en medio del mar que en la tierra de la que huyen”, lo que evidencia su angustia. Para afrontar este problema señala como modelo de éxito a seguir el desarrollo de la acogida y la integración de los refugiados hasta alcanzar su autonomía personal en la Unión Europea.
Por su parte, Enrique Yeves afirma que “el diálogo siempre es posible si las partes quieren entenderse, y en este caso los intermediarios juegan un papel esencial para su desarrollo óptimo” y pone como un “buen ejemplo” la labor que en este aspecto impulsa Espigares y su Comunidad. Con respecto al desenlace del conflicto de Afganistán, opina que es “un paso atrás y un fracaso de la comunidad internacional”, así como una “lección y un ejemplo de cómo los conflictos bélicos no solucionan los problemas”. Recuerda cómo los conflictos armados en la zona del Sahel han provocado un grave problema humanitario y migratorio, que alcanza los países de la UE. Añade que esta situación en el Sahel es el “Afganistán de Europa”.