30 de abril de 2019.
Artículo del Presidente de CEA publicado en las 9 cabeceras del Grupo Joly.
Hay algunas cifras económicas que han reflejado el dinamismo de una parte muy importante de la economía andaluza en los últimos años. Al cierre de 2018, 24.107 empresas, 32.439 millones de euros en ventas y 386.203 empleos. Si traducimos en porcentajes las cifras, ajustándolas a los períodos anuales de su publicación, estamos hablando de alrededor del cuatro por ciento del tejido empresarial de la comunidad; en torno al 10 por ciento del empleo y el 19, 4 del total del PIB.
Sin contextualizar estos números, podríamos pensar que corresponden a un sector pujante de la economía y poco más. Si los identificamos como el resultado correspondiente a 2018 del capitulo exportador de Andalucía, tendremos una mejor visión, pero si los dimensionamos en la evolución del conjunto de la economía regional desde finales de 2014, como uno de los esfuerzos más importantes de las empresas andaluzas, de hecho han crecido prácticamente un tercio, tendremos una idea más precisa de su auténtica importancia.
En este sentido, hay que recordar que Andalucía fue en 2018, y por segundo año consecutivo, la segunda comunidad autónoma en el ranking exportador nacional con una cuota del 11,4 por ciento del total nacional y que inició enero de este año aumentándola hasta el 12,6 por ciento.
La realidad nos dice que buena parte de las ganancias de competitividad de la economía andaluza han descansado en el intenso proceso de internacionalización de las empresas en estos años, que acabaron convirtiendo las amenazas de la crisis en oportunidades para reinventarse.
Un objetivo estratégico
Hasta hace pocos años la puesta en marcha de planes de internacionalización por parte de muchas empresas era una opción estratégica, mientras que hoy es una necesidad. La inmensa mayoría de las empresas andaluzas exportadoras construyen sus estrategias en clave global sobre la base de una mayor y mejor internacionalización, gracias también a su base industrial y capacidad inversora, que les facilita, en paralelo, ir adaptándose a la revolución 4.0, que va ya más allá de los procesos de transformación digital.
Ventaja e incógnita
Más allá de haber hecho de la necesidad virtud en estos años y abrir un camino, que por otra parte es indispensable en el mundo en el que vivimos, la pujanza del proceso de internacionalización, tiene ante sí una gran ventaja y una incógnita compleja.
La primera es que la economía andaluza tiene un margen extraordinario para el crecimiento cuantitativo y cualitativo de la internacionalización de sus empresas. El esfuerzo hecho estos años atrás ha sido importante pero tiene un enorme campo de desarrollo presente y futuro. Un potencial indiscutible. Y para ello es fundamental el impulso de políticas públicas generales de apoyo a la comercialización.
Estas políticas deberían insertarse dentro del programa para actuar sobre la simplificación administrativa en Andalucía, con el que estamos colaborando en la actualidad con el gobierno andaluz, porque, y lo he repetido muchas veces, necesitamos mayor densidad empresarial, es decir, más empresas; que sean de mayor tamaño, que tengan más dimensión y que operen con una mayor diversificación de productos y mercados.
Si estas tres “D” son imprescindibles, aún lo son más para mejorar nuestra internacionalización, porque mejorar la actividad, supone mejorar las inversiones y, en consecuencia, la creación de empleo.
La incógnita es que la actual coyuntura global es causa directa del menor empuje de la economía en esta etapa del ciclo. Gran parte de la desaceleración tiene sus causas en la inestabilidad que ha provocado el proteccionismo en los últimos años, así como en las guerras comerciales entre las diversas áreas continentales que está afectando a la Unión Europea, como se puede ver con una de las principales potencias exportadoras del mundo como Alemania, y por ende a nuestro país y Andalucía.
Sin embargo, y en mi opinión, creo que no debemos confundir la situación coyuntural de los mercados mundiales, cuyas fluctuaciones tienen muchas veces causas y efectos imprevisibles, con la articulación fundamental de las estrategias empresariales y de política económica acerca de la internacionalización y su necesidad. Como ya dicho: hay que reforzarla de manera especial.
CEA y EXTENDA
Desde CEA hemos estado siempre muy atentos a la internacionalización de la economía andaluza transmitiendo las aportaciones de nuestras organizaciones y empresas para colaborar con los gobiernos andaluces en la formulación de los planes estratégicos para la internacionalización de la economía. En este capítulo, la colaboración público privada es esencial y así ha sido siempre nuestra disposición.
El reconocimiento de dicha actitud se ha plasmado recientemente en la entrada de la Confederación de Empresarios de Andalucía en el Consejo de Administración de EXTENDA.
Con ello redoblaremos nuestra colaboración y las aportaciones empresariales en el día a día de la Sociedad, que ya veníamos haciendo a través de la Comisión de Seguimiento del Plan de Internacionalización ‘Horizonte 2020’, y sumarán con dos de los grandes objetivos de CEA para los próximos años, que tienen que ver con la dimensión global de Andalucía y su posición en el mundo a través de sus empresas.
El primero es el Pacto por la Empresa Andaluza, cuya esencia es el acuerdo tácito de la sociedad para considerar a la empresa como motor de desarrollo social. Sobre cualquier otro planteamiento, la empresa como tal es una de las pocas formas de organización individual o colectiva que es transversal y común en cualquier sistema a lo largo del mundo.
De hecho, las sociedades más amigables con sus empresas son las sociedades más prósperas y desarrolladas y las más estables económica y socialmente hablando, independientemente de las formaciones políticas que ocupen los gobiernos en cada momento.
Y el segundo, es la apuesta empresarial andaluza por los ODS, los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una agenda inclusiva de 17 retos ineludibles para el avance socioeconómico.
En estas coordenadas, de cambio cultural sobre el papel de las empresas y sus fines, compartimos con EXTENDA un camino largo pero de potencial extraordinario para que Andalucía sea la Empresa global, moderna y competitiva que todos queremos.