11 de septiembre de 2019.
Familias numerosas y empleados con rentas altas configuran el perfil mayoritario del comprador online.
La confianza del consumidor en la tienda física y la conveniencia, claves en la compra online de alimentación.
Los consumidores no relacionan la compra online con retos medioambientales como la contaminación, el tráfico o el embalaje.
La Confederación de Empresarios de Andalucía ha acogido hoy la presentación de las conclusiones del III Observatorio para la Evolución del Comercio Electrónico de Alimentación, realizado por ASEDAS y por las universidades Complutense y Autónoma de Madrid.
El acto ha contado con la participación del secretario general de CEA, Luis Fernández-Palacios; la presidenta de CAEA, Virginia González Lucena; el director de la Cadena Agroalimentaria de ASEDAS, Felipe Medina Martín, y el profesor asociado de la Universidad Autónoma de Madrid, Gonzalo Moreno.
En su bienvenida, Luis Fernández-Palacios destacó la importancia del comercio electrónico en el sector, una nueva realidad que se inscribe en el gran reto de la digitalización. “Un proceso que afecta –dijo- a todas y a cada una de las actividades empresariales, a todos los sectores productivos, a la Administración pública, a la sociedad en su conjunto y a todas las persona
Asimismo, manifestó que con este proceso de la digitalización “se abre un nuevo entorno que está cambiando las reglas del juego no sólo económicas sino políticas y sociales”. Y que por ello las organizaciones empresariales tienen que “liderar ese proceso, que supone también colaboración, como es el caso entre CAEA y CEA, y que evidencia la necesidad de profundizar en nuestra unidad como organizaciones empresariales”.
Por su parte la presidenta de CAEA, Virginia González Lucena indicó que en estudios y encuestas recientes realizadas a los asociados “comprobamos que el 57% de los encuestados destaca la transformación digital de sus empresas como el principal reto del sector. Asimismo, el 67% de los encuestados refleja que el principal factor que marcará la evolución del comportamiento de los consumidores en los próximos años será el comercio online. Este comercio electrónico en nuestras empresas de alimentación conllevó en 2018 un incremento del 10% en relación con el ejercicio anterior”.
En este contexto, la confianza que generan los distribuidores físicos de alimentación es un factor determinante en el crecimiento del comercio online en este ámbito. De hecho, la preferencia por la enseña offline determina en los consumidores la elección por la tienda online debido a la seguridad que ésta les ofrece.
Asimismo, el perfil del consumidor online de alimentación responde principalmente a factores de conveniencia, destacando las familias de 5 o más miembros –que realizan encargos voluminosos- y rentas altas –que corresponden a empleados de alto cargo con poco tiempo para hacer sus compras-. Los jóvenes –de entre 18 y 34- combinan mejor las compras mixtas on y off line.
La conveniencia sigue siendo, así pues, el principal motivo para hacer la compra online. Los consumidores se inclinan por productos pesados o de gran tamaño, con artículos de droguería e higiene personal entre los más demandados por el 80 por ciento de los compradores digitales.
Estas son algunas de las principales conclusiones del III Observatorio para la Evolución del Comercio Electrónico en Alimentación. “Es evidente que la confianza del consumidor en la tienda física marca la compra online de alimentación, y que los factores de conveniencia, elevado peso de los artículos, falta de tiempo o comodidad, determinan igualmente la compra online, por lo que debemos seguir trabajando en la transformación digital de nuestras empresas, apostando por la multicanalidad y la compatibilidad de los modelos online y offline.
El supermercado es, sin duda, el formato más sostenible, pero debemos seguir impulsando la necesaria triple sostenibilidad: social (llegando a todas las poblaciones urbanas y rurales); medio ambiental (reduciendo emisiones y embalajes) y económica (viabilidad y rentabilidad) de nuestro modelo de comercio de proximidad”, explicó Virginia González Lucena, presidenta de CAEA.
El estudio se ha centrado en tres grupos de consumidores: los que solo realizan compras online, los “mixtos” y los que solo optan por el entorno físico. Los compradores “solo online” alcanzan algo más del 2% de la muestra, frente al 20% de los que usan ambos canales y el 76% de los que solo realizan compras físicas. Además, la venta de productos frescos vía comercio electrónico crece más de 10 puntos respecto al estudio de 2018, reafirmando así la importancia de la confianza en la enseña física.
No obstante, siguen existiendo ciertos frenos a la hora de realizar la compra online de alimentación, por este orden, preferencia por ver y comprobar los productos en la tienda, costumbre de ir a comprar y resistencia a cambiar, desconfianza en los productos que puedan enviar, imposibilidad de ver y elegir los productos frescos del día, coste de los gastos de envío, desconfianza del pago por internet, entre otros aspectos.