Sevilla, 20 de febrero de 2023. Fuente: www.expoknews.com
De acuerdo a datos analizados en un estudio llevado a cabo por médicos de distintas universidades de Ohio, Estados Unidos, y publicado en el Journal of Clinical Psychiatry, poco más de 63% de las personas suelen caer en al menos una conducta médicamente catalogada como de autosabotaje.
“Son prácticas tan interiorizadas que parecen normales, pero la realidad es que, aunque comunes, no son adecuadas para el cerebro en el mediano o largo plazo. El autosabotaje la mayoría de las veces se presenta como pensamientos polarizados y con frecuencia aparecen en el ámbito laboral, puesto que afloran particularmente en momentos de mucho estrés. De ahí la importancia de que las empresas estén al pendiente de estas conductas entre sus colaboradores, pues se trata de un riesgo psicosocial que puede mermar la productividad del equipo”, explica Yunue Cárdenas, Coordinadora del HUB de psicología de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.
Según registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15% de la población adulta trabajadora tiene algún tipo de desorden de salud mental. En ese sentido, se estima que anualmente se pierden 19,000 millones de dólares en productividad por un ausentismo derivado de ese tipo de problemas, entre los que se incluyen los pensamientos polarizados.
Por su parte, la Secretaría del Trabajo estima que entre el 11% y el 15% del gasto destinado a la atención de discapacidades laborales está relacionado con trastornos mentales. Añade que en México cerca del 75% de la fuerza laboral tiene algún padecimiento de salud mental; sin embargo, debido a factores como el estigma o un ambiente laboral poco saludable, muchas veces estos trastornos no son detectados o atendidos.
Salud mental es prioridad
Los pensamientos polarizados también se conocen como pensamiento dicotómico y es el desorden que obliga a una persona a catalogar toda experiencia en dos extremos opuestos, fraseados en términos de algo “bueno” versus algo “malo”. Lo anterior se da sin la posibilidad de entender algún fenómeno (íntimo, personal, social o laboral, da igual) en una escala de grises o con matices importantes.
“Si pensamos eso en el ámbito laboral, los pensamientos polarizados se vuelven un gran riesgo psicosocial. El menor error, en vez de entenderse como un paso hacia la mejora, lleva a pensar que uno no es capaz de lograr nada y se polariza de tal modo que todo se lee desde esa óptica del fracaso. Esto implica un desgaste mental y consecuencias de salud psicosocial enormes en el largo plazo”.
Por ambientes laborales más armónicos
Para Cárdenas, estos pensamientos son síntoma de un problema mayor y para ello, los líderes y encargados de recursos humanos deben estar pendientes de estas manifestaciones, que aunque algunas veces puedan representar un fraseo poco preciso de parte de un colaborador, cuando se presentan de forma recurrente son señal de alto niveles de estrés en el equipo, que impactan en su productividad, capacidad de comunicación efectiva, creatividad y resolución de problemas.
Para prevenir estos riesgos psicosociales, Affor Health recomienda llevar a cabo al menos cuatro acciones en pos de los recursos humanos de una compañía:
1) Ofrecer flexibilidad con reglas claras
2) Que sean públicos y comprensibles los valores de la empresa y que se pueda operar con ellos
3) Minimizar la microadministración
4) Contar con planes permanentes de atención y prevención de riesgos psicosociales
5) Ofrecer a los colaboradores acercamiento permanente con profesionales de salud mental laboral.