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El retorno al trabajo después de una larga enfermedad es el proceso mediante el cual una persona trabajadora, tras haber estado ausente de su puesto laboral durante un período prolongado por razones médicas, se reincorpora a sus funciones. Se considera un retorno al trabajo efectivo y saludable cuando la reincorporación se realiza con garantías tanto para la persona trabajadora como para la empresa. Para la empresa, supone que la persona reincorporada pueda desempeñar sus funciones con un grado de rendimiento adecuado. Para la persona trabajadora, esto implica regresar a un puesto cuyas exigencias sean compatibles con su estado físico y psicológico.
¿QUÉ SE ENTIENDE COMO LARGA DURACIÓN?
No existe una definición específica de “larga duración” en el contexto de la gestión de la prevención de riesgos laborales. Sin embargo, de manera general, se considera como tal una ausencia laboral superior a un período significativo, comúnmente definido como más de 6 meses o 180 días consecutivos. Este criterio se basa en que, a partir de este tiempo, las probabilidades de reincorporación exitosa suelen reducirse considerablemente. En algunos casos, puede contemplarse un período menor, como 3 meses, dependiendo del contexto.
El primer paso que debe tomar es definir un criterio propio, adaptado a las necesidades y particularidades de su empresa. Para ello, es recomendable que solicite el asesoramiento de su servicio de prevención, que le ofrecerá una visión especializada y le ayudará a analizar factores clave, como las disposiciones de su convenio colectivo, las características y riesgos propios de su actividad empresarial, las tendencias específicas del sector en el que opera su empresa y las condiciones de trabajo de su empresa.
¿QUÉ OBLIGACIONES LEGALES TENGO COMO EMPRESA CUANDO RETORNA UNA PERSONA TRABAJADORA DESPUÉS DE UNA LARGA ENFERMEDAD?
Previo a la incorporación, a través de su servicio de prevención, debe realizar un reconocimiento médico para evaluar el estado de salud de la persona trabajadora. Según el artículo 22 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), este reconocimiento requiere el consentimiento de la persona trabajadora, excepto cuando sea imprescindible para garantizar la seguridad de dicha persona y del resto de la plantilla.
Este reconocimiento tiene como objetivos:
- Determinar si el origen de la enfermedad es laboral o no laboral.
- Identificar si la persona trabajadora requiere adaptaciones en su puesto de trabajo debido a su estado de salud.
Si se confirma que la patología tiene un origen laboral, debe revisar y actualizar la evaluación de riesgos laborales del puesto específico de la persona trabajadora. Además, si corresponde, deberá implementar las medidas preventivas necesarias para minimizar los riesgos asociados.
Si la persona trabajadora presenta condiciones de salud que la hacen vulnerable a determinados riesgos laborales, el médico del trabajo debe clasificarla como Trabajadora Especialmente Sensible (TES). En este caso, está obligado a implementar medidas específicas adicionales para su protección, que pueden incluir adaptaciones temporales o permanentes del puesto de trabajo.
Finalmente, debe realizar un seguimiento continuo tras la reincorporación para evaluar la efectividad de las medidas implementadas y garantizar un entorno laboral seguro y saludable para la persona trabajadora.
¿QUÉ ACCIONES PUEDE IMPLEMENTAR PARA FACILITAR Y MEJORAR EL RETORNO AL TRABAJO TRAS UNA AUSENCIA PROLONGADA?
Puede adoptar diversas acciones voluntarias que mejoren la gestión preventiva. Es fundamental abordar cada caso con sensibilidad, adaptándose a las necesidades específicas de cada persona trabajadora.
- Realice un seguimiento periódico durante la ausencia, respetando el derecho a la desconexión, para preparar el retorno de manera progresiva y efectiva. Se entiende que las empresas pueden realizar llamadas para interesarse por el estado de salud de la persona, siempre que eviten el uso de herramientas laborales durante estas comunicaciones y no insistan si la persona trabajadora manifiesta no desear comunicarse.
- Establezca un plan individualizado, considerando tanto las necesidades de la persona trabajadora como las capacidades de la empresa.
- Implemente ajustes razonables en el puesto de trabajo, incluyendo cambios organizativos, como la reducción o modificación de horarios o una reincorporación progresiva, y modificaciones ergonómicas, como la disminución de cargas físicas.
- Fomente una comunicación abierta, manteniendo un diálogo constante con la persona trabajadora para comprender sus necesidades y preocupaciones, e informándole de cualquier cambio organizativo ocurrido durante su ausencia.
- Realice un seguimiento regular del progreso tras la reincorporación y ajuste las medidas implementadas según sea necesario.
- Fomente un ambiente laboral de apoyo y colaboración, donde se comprendan y respeten las circunstancias del retorno al trabajo.
- Implemente las medidas acordadas antes del retorno, asegurándose de que sean compatibles con el estado de salud de la persona trabajadora.
Es recomendable formalizar estas acciones mediante un procedimiento de retorno al trabajo, que defina que defina pasos clave, estrategias de intervención, responsabilidades de los gestores o comisiones específicas, y mecanismos de seguimiento para garantizar su efectividad y sostenibilidad.
¿QUÉ BENEFICIOS APORTA IMPLEMENTAR ACCIONES DE RETORNO AL TRABAJO TRAS UNA AUSENCIA PROLONGADA?
Ofrecer estas medidas aporta múltiples beneficios a su empresa. Entre ellos, destaca la reducción de los costos asociados a las bajas prolongadas. Además, favorece la retención de personas trabajadoras valiosas y con experiencia. Estas acciones también contribuyen a mejorar la productividad, ya que permiten una reincorporación más ágil y efectiva, minimizando las interrupciones en la operativa diaria. Por otro lado, tienen un impacto positivo en el clima laboral, al demostrar el compromiso de la empresa con el bienestar de su plantilla y también refuerza la reputación de la organización como una entidad responsable y socialmente consciente.
Para las personas trabajadoras, este tipo de acciones facilita el retorno a la actividad laboral de manera segura y saludable, lo que contribuye a una recuperación integral tanto física como mental. Además, al adaptar los puestos de trabajo y ofrecer seguimiento personalizado, se minimiza el riesgo de recaídas y futuras incapacidades.
¿CÓMO IMPLEMENTAR UN PROCEDIMIENTO EFECTIVO PARA LA VUELTA AL TRABAJO TRAS UNA BAJA LABORAL?
Este procedimiento debe adaptarse a las características y necesidades de cada empresa, prestando especial atención a las particularidades de las pymes.
- Consensúe con todas las partes implicadas (comité de seguridad y salud, representantes de las personas trabajadoras, delegados y delegadas de prevención, producción, recursos humanos, etc.). Su éxito depende de una adecuada coordinación y colaboración entre todos los actores involucrados.
- Garantice un enfoque transparente y respetuoso con la confidencialidad.
- Recuerde que la implementación del procedimiento de retorno al trabajo es una decisión voluntaria para la empresa, y que la participación de la persona trabajadora en este proceso también es opcional.
- Utilice un enfoque basado en la confianza, la comunicación abierta y la flexibilidad para asegurar una reincorporación satisfactoria, cumpliendo con los objetivos de bienestar para la persona trabajadora y continuidad productiva para la empresa.
¿CÓMO ESTÁN LAS EMPRESAS GESTIONANDO EL RETORNO AL TRABAJO TRAS UNA AUSENCIA PROLONGADA?
Le recomendamos seguir el siguiente protocolo para implementar procedimientos efectivos en el retorno al trabajo tras una ausencia prolongada:
- Inicio del proceso: La comunicación debe ser realizada por el personal sanitario del servicio de prevención, seguida de un contacto inicial con la persona trabajadora para explicarle el programa y obtener su consentimiento. Recuerde que es voluntario para la persona trabajadora. Posteriormente, realice una entrevista para evaluar sus necesidades preventivas, ofrecer apoyo. Asegure la confidencialidad de la información personal. Sólo el personal sanitario debería disponer de la información médica de la persona.
- Elaboración del plan: Desarrolle un plan individualizado en colaboración con la persona trabajadora, detallando las medidas necesarias para su reincorporación, ya sea a su puesto habitual o a uno adaptado a sus capacidades y situación de salud.
- Implementación del plan: Aplique las medidas establecidas antes del retorno al trabajo y realice un monitoreo regular tras la reincorporación, a fin de evaluar la efectividad del plan y ajustar las acciones si es necesario.
- Formación y difusión: Fomente la formación de todas las personas implicadas en el procedimiento y promueva la difusión de los beneficios asociados al mismo.
- Documentación: Lleve un registro detallado de todas las actuaciones realizadas durante el proceso, incluyendo comunicaciones, entrevistas, medidas implementadas y resultados obtenidos.
- Evaluación y mejora continua: Revise anualmente el programa para evaluar su efectividad, identificar áreas de mejora y garantizar que sigue cumpliendo con los objetivos propuestos de una reincorporación segura, saludable y respetuosa para la persona trabajadora.
MÁS INFORMACIÓN
- Nota Técnica de Prevención 1116: «Mantenimiento y vuelta al trabajo: Procedimiento». Este documento del INSST, ofrece un marco para elaborar procedimientos de retorno al trabajo, centrados en la seguridad y la salud.
- Guía Básica y General de Orientación para la Vigilancia de la Salud del Ministerio de Sanidad. Incluye referencias sobre la evaluación de la salud tras bajas prolongadas.
- Guía de retorno al trabajo tras una ausencia prolongada. UGT Castilla y León. Guía práctica mediante la implementación de procedimientos estructurados, estrategias de adaptación laboral y un enfoque integral
- https://retornoaltrabajo.umh.es/ El sitio web «Retorno al Trabajo» de la Universidad Miguel Hernández (UMH) proporciona recursos, estrategias y guías