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Las adicciones constituyen un problema social de gran magnitud que también impacta considerablemente en el entorno laboral, afectando directamente la seguridad, la productividad y el bienestar de los trabajadores. Por ello, resulta imprescindible que las empresas comprendan la gravedad de esta situación y asuman un rol fundamental en su prevención y manejo.
El informe Alcohol, Tabaco y Drogas Ilegales 2022 señala que, durante los últimos 12 meses, las sustancias con mayor prevalencia de consumo han sido el alcohol, el tabaco y los hipnosedantes, tanto con como sin receta médica, seguidos por el cannabis y la cocaína.
En este contexto, es necesario que como empresa disponga de información y recursos adecuados para abordar esta problemática de manera efectiva.
¿QUÉ SE ENTIENDE POR ADICCIONES Y COMO AFECTAN AL ÁMBITO LABORAL?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adicción es una enfermedad de carácter físico y psicoemocional que genera dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Esta enfermedad se manifiesta a través de un conjunto de signos y síntomas en los que intervienen factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. Se considera adicta a aquella persona que, a pesar de ser consciente de los problemas que el consumo de sustancias o la realización de conductas adictivas le ocasiona, no logra detener dicho comportamiento.
Es importante diferenciar entre consumo y adicción. El consumo ocasional o experimental, aunque implica una cierta exposición, no genera un deterioro significativo en la vida personal, profesional o social. Sin embargo, la adicción se caracteriza por un uso compulsivo que produce un impacto negativo severo en todas las áreas de la vida. Este proceso suele atravesar etapas intermedias, como el uso recreativo y el abuso, donde el consumo se vuelve más frecuente y comienza a ocasionar perjuicios evidentes. La adicción, en su fase avanzada, se distingue por episodios recurrentes de intoxicación, deterioro de las relaciones y serias dificultades para mantener la abstinencia.
Las adicciones que con mayor frecuencia afectan al entorno laboral pueden agruparse en dos categorías principales:
- Adicciones a sustancias: Incluyen el consumo de sustancias psicoactivas, tanto ilegales (como cocaína, cannabis o anfetaminas) como legales (alcohol, tranquilizantes, ansiolíticos y antidepresivos).
- Adicciones comportamentales: Engloban conductas como el uso excesivo del teléfono móvil, redes sociales, internet, ludopatía, adicción al sexo, entre otras.
El consumo de sustancias psicoactivas en el ámbito laboral tiene un impacto negativo significativo, ya que provoca una disminución de la productividad al afectar el rendimiento de las personas trabajadoras y aumentar la probabilidad de cometer errores. Asimismo, incrementa el riesgo de accidentes laborales, tanto por los efectos directos de la intoxicación como por los síntomas residuales, como la resaca. A su vez, genera un aumento del absentismo debido a problemas de salud asociados al consumo, lo que deriva en ausencias frecuentes y afecta la continuidad de las actividades. Además, el clima laboral se ve deteriorado, ya que el consumo puede dar lugar a conductas conflictivas que repercuten en las relaciones interpersonales.
¿QUÉ ESTRATEGIAS PUEDE ADOPTAR PARA PREVENIR ADICCIONES EN SU EMPRESA?
La prevención de adicciones en el entorno laboral requiere la implementación de un conjunto de estrategias orientadas a reducir la aparición de conductas adictivas y a fomentar el bienestar y la salud de las personas trabajadoras. Estas acciones pueden incluir:
- Evaluación de factores de riesgo: Identifique aquellas condiciones laborales que podrían favorecer, inducir o mantener el consumo de sustancias o comportamientos adictivos, así como las que puedan propiciar recaídas en personas trabajadoras con antecedentes de adicción. Investigaciones han demostrado que factores como jornadas laborales excesivas, alta presión por el cumplimiento de objetivos, ambientes de trabajo ruidosos o incómodos, y la falta de apoyo social pueden incrementar el riesgo de consumo de sustancias para aliviar el cansancio, el estrés o el dolor. Por ejemplo, entornos con horarios prolongados o turnos nocturnos pueden derivar en el uso de estimulantes, mientras que la presión constante y el aislamiento pueden fomentar el consumo de alcohol o ansiolíticos.
- Planificación de acciones preventivas: Diseñe y ponga en marcha medidas que reduzcan o eliminen los factores de riesgo identificados como la carga excesiva de trabajo, los horarios prolongados y la falta de pausas adecuadas. Al mismo tiempo, fomente factores de protección, como la promoción de hábitos saludables, el fortalecimiento de un entorno laboral basado en el apoyo mutuo y la formación en habilidades para gestionar el estrés.
- Establecimiento de políticas claras: Defina y comunique normativas internas que prohíban expresamente el consumo de sustancias durante la jornada laboral. Es importante que estas políticas detallen también las consecuencias de su incumplimiento, siempre desde un enfoque preventivo y orientado a la salud de las personas trabajadoras.
- Programas de sensibilización y formación: Ofrezca actividades como talleres y sesiones informativas dirigidas a todo el personal, con el objetivo de concienciar sobre los riesgos asociados a las adicciones.
- Reducción de la oferta y la demanda de sustancias en el entorno laboral: Limite o evite la presencia de sustancias como el alcohol o el tabaco en eventos organizados por la empresa, tales como reuniones y celebraciones, ya que estas situaciones pueden fomentar el consumo social y normalizar su uso en el entorno de trabajo. Del mismo modo, evite incluir bebidas alcohólicas en los regalos corporativos o detalles de empresa.
- Promoción de estilos de vida saludables: Estimule la adopción de hábitos saludables mediante la organización de actividades que fomenten el bienestar, como programas de ejercicio físico, iniciativas de alimentación equilibrada y talleres de gestión del estrés. La inversión en este tipo de actividades no solo contribuye a prevenir las adicciones, sino que también mejora el rendimiento y la calidad de vida de las personas trabajadoras.
¿CÓMO ACTUAR ANTE LA SOSPECHA O DETECCIÓN DE CONSUMO DE ALCOHOL U OTRAS DROGAS POR PARTE DE UNA PERSONA TRABAJADORA?
El Estatuto de los Trabajadores le permite tomar medidas cuando una persona trabajadora se encuentra en estado de intoxicación, especialmente si compromete la seguridad. Cualquier medida disciplinaria que se pretenda aplicar debe estar previamente recogida en el reglamento interno o en el convenio colectivo de la empresa.
Sin embargo, se recomienda que las adicciones sean abordadas desde una perspectiva integral, tratándolas como una enfermedad más. Por este motivo, y según la gravedad del caso, no se aconseja recurrir a medidas coercitivas en el manejo de esta situación, sino priorizar el apoyo, la rehabilitación y la creación de un entorno laboral saludable que facilite la recuperación de las personas afectadas.
Ante la sospecha o detección de consumo, se recomienda:
- Si la persona trabajadora realiza tareas de riesgo (como manejar maquinaria o conducir), lo primero es apartarlo de esas funciones para evitar accidentes. La seguridad de la persona y de sus compañeros es prioritaria.
- Actúe con discreción y confidencialidad, abordando la situación de manera privada y respetando la intimidad de la persona.
- Dialogue con la persona trabajadora mediante una conversación abierta que permita comprender su situación para conocer si tiene un problema de adicciones o ha sido un consumo puntual y ofrecer apoyo, evitando actitudes acusatorias.
- Si el consumo resulta ser un problema recurrente, facilite información sobre los recursos disponibles para tratar adicciones, como su centro de atención primaria, Centros de Tratamiento Ambulatorios o los programas que ofrecen algunas mutuas colaboradoras de la seguridad social.
- Siga las normativas internas de la empresa en relación al consumo de sustancias, garantizando que cualquier medida que se adopte sea justa y coherente. Si su empresa dispone de un protocolo específico para el manejo de adicciones, aplíquelo conforme a lo establecido.
¿QUÉ ES UN PROTOCOLO DE ADICCIONES?
Un protocolo de adicciones es un conjunto de directrices y procedimientos establecidos por la empresa para prevenir, detectar y gestionar situaciones relacionadas con el consumo de sustancias y las adicciones comportamentales en el entorno laboral. Su principal finalidad es garantizar la seguridad, el bienestar y la salud de las personas trabajadoras, al mismo tiempo que se preserva un entorno de trabajo productivo y saludable.
Este tipo de protocolo también puede denominarse Plan de prevención y acompañamiento en materia de adicciones, Protocolo de atención y apoyo a personas trabajadoras con adicciones o Plan de promoción de la salud y prevención de conductas adictivas, entre otros, dependiendo de las necesidades y decisiones de cada empresa.
A continuación, se detalla un procedimiento recomendado para desarrollar un protocolo de adicciones:
- Desarrollo y comunicación de la normativa interna
- Prohíba el consumo de sustancias durante la jornada laboral y en eventos organizados por la empresa.
- Defina claramente las sustancias y comportamientos considerados adictivos en el entorno de trabajo.
- Establezca las sanciones o medidas disciplinarias aplicables en caso de incumplimiento de la normativa, siempre garantizando un enfoque preventivo y de apoyo.
- Prevención y sensibilización
- Lleve a cabo campañas informativas sobre los riesgos asociados al consumo de sustancias y conductas adictivas.
- Promueva hábitos de vida saludables, como la práctica regular de ejercicio físico, una alimentación equilibrada y técnicas de gestión del estrés.
- Ofrezca formación tanto a las personas trabajadoras como a los mandos intermedios sobre la identificación y el manejo adecuado de situaciones de adicción.
- Detección y actuación
- Establezca un procedimiento para identificar de manera temprana a personas trabajadoras que muestren signos de consumo problemático o conductas adictivas.
- Actúe de forma inmediata en situaciones de riesgo evidente, como cuando una persona trabajadora se encuentre intoxicada durante la jornada laboral, asegurando siempre la seguridad de todas las personas en el entorno.
- Realice una entrevista confidencial con la persona afectada para entender mejor su situación, ofrecerle apoyo y orientarla hacia los recursos disponibles.
- Derivación y tratamiento
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- Derive al trabajador a programas de asistencia, como centros especializados en adicciones o programas de ayuda al empleado (PAE).
- Facilite el acceso a recursos externos, como mutuas colaboradoras de la seguridad social o servicios de salud pública, que ofrezcan tratamiento especializado.
- Lleve a cabo un seguimiento continuo durante el proceso de recuperación para garantizar que la persona recibe el apoyo necesario.
- Reintegración y seguimiento
- Diseñe un plan de reincorporación laboral progresiva para aquellas personas que hayan completado un tratamiento, adaptando temporalmente sus funciones o su horario si fuese necesario.
- Asegure un entorno laboral que facilite la reintegración, ofreciendo el apoyo necesario durante esta etapa crítica.
- Realice un seguimiento periódico para prevenir posibles recaídas y garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable.
MÁS INFORMACIÓN
- Adicciones. Página web de la Junta de Andalucía que ofrece un teléfono de información sobre drogodependencias y adicciones e información sobre los centros de tratamiento ambulatorios
- Guía para la implantación de un plan de prevención de adicciones en la empresa” de Osalan – Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales. Este documento ofrece pautas claras para que las empresas desarrollen e implementen planes de prevención de adicciones, destacando la relevancia de la prevención en el entorno laboral y la necesidad de una actuación coordinada entre los distintos agentes implicados.
- Manual de abordaje de las adicciones en el entorno laboral de Umivale Activa, proporciona pautas para adoptar políticas empresariales respecto a los consumos y adicciones, primando la prevención y facilitando el tratamiento.